Jane Arnold  Revista Mosaico

No es ningún secreto que si en la clase de ELE nos preocupamos no solo por la lengua y cuestiones metodológicas sino también por maneras de establecer un ambiente propicio para el aprendizaje, podemos esperar mejores resultados. De hecho, Stevick (1980: 4) afirmó: “El éxito en el aprendizaje de una lengua extranjera depende menos de materiales, técnicas y análisis lingüísticos y más de lo que sucede dentro de y entre las personas en el aula”. Con “dentro de” hablaba de los factores individuales como la motivación, y con “entre” se refería al grupo y a las relaciones que se establecen allí.

En cualquier contexto de aprendizaje el grupo es importante, pero aún más en la enseñanza de segundas lenguas.  Este artículo revisa la importancia del grupo en el aula de ELE y ofrece sugerencias sobre cómo crear una comunidad de aprendizaje.

Ha sido Catedrática de Universidad de la Universidad de Sevilla y es Directora Académica de Language and Cultural Encounters, Sevilla. Colabora con el Instituto Cervantes y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y ha impartido ponencias, talleres y módulos de Master sobre la enseñanza de segundas lenguas en España y varios países del mundo. Su campo de investigación es los factores afectivos en el aprendizaje de lenguas.