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La propuesta de Dörnyei se basa en dos teorías de la psicología social: la de los Possible Selves o “posibles yo” de Markus y Nurius (1986) y la de la Self-discrepancy o “teoría de la autodiscrepancia” o “de la discrepancia del yo” de Higgins (1987).
Según sus autores, los Possible Selves “represent individuals’ ideas of what they might become, what they would like to become, and what they are afraid of becoming, and thus provide a conceptual link between cognition and motivation. Possible Selves are the cognitive components of hopes, fears, goals, and threats, and they give the specific Self-relevant form, meaning, organization, and direction to these dynamics. Possible Selves are important, first, because they function as incentives for future behavior (i.e., they are selves to be approached or avoided) and second, because they provide an evaluative and interpretive context for the current view of Self”.

Esta teoría viene a cuestionar la creencia tradicional de que la idea que las personas tienen de sí mismas (su autoconcepto/representación del yo) sólo se centra en el presente y postula que también se puede proyectar hacia estados futuros y ser influenciada por las esperanzas, los deseos y las fantasías de los individuos con el propósito de conseguir el potencial aún no logrado. Los Possible Selves actúan entonces como “guías para el yo futuro” (Future Self-Guides) que orientan el recorrido del individuo entre su yo actual y su posible yo futuro. Markus y Nurius proponen tres tipos de Self: lo que a los individuos les gustaría llegar a ser (what they would like to become), lo que deberían llegar a ser (what they might become) y lo que temen llegar a ser (what they are afraid of becoming).

Por su parte, la teoría de la autodiscrepancia o de la discrepancia del yo de Higgins (1987) parte del postulado de que el autoconcepto no sólo incluye los esquemas actuales (lo que somos), sino también los “yo probables”, lo que podríamos llegar a ser, lo que la psicología social denomina los “posibles yo” o los “yo que podamos proyectar”. Desde esta perspectiva, la teoría de Higgins postula que lo determinante en la elaboración de la identidad de la persona es la dinámica que relaciona los distintos niveles de aspiraciones y metas que esta persona construye alrededor del yo. Higgins propone tres dominios del yo; el yo real, actual (los atributos que creo poseer actualmente), el yo ideal (the Ideal self) (los atributos que me gustaría poseer) y el yo obligado (the Ought self) (los atributos que creo debo poseer o tengo la obligación de alcanzar). Higgins postula que las discrepancias que se generan entre el yo real y el yo ideal actúan como guías para el procesamiento de la información y la conducta manifiesta.
De los tres componentes principales que conforman el modelo del Motivational L2 Self-system de Dörnyei, dos proceden fundamentalmente de la teoría de los Possible Selves de Markus y Nurius: el Ideal L2 Self (el yo ideal en la L2) y el Ought-to L2 Self (el yo que debería ser en la L2). El tercer componente, la experiencia de aprendizaje de la L2, proviene evidentemente del entorno inmediato donde se realiza dicho aprendizaje e incluye al docente, al grupo, al currículo, a la experiencia de éxito. Dörnyei describe estos tres componentes de la siguiente manera:
– El Ideal L2 Self: representa una faceta específica del Ideal Self (el yo ideal) pero en relación con la L2, es decir, representa al hablante de L2 que el alumno desearía llegar a ser; se relaciona con una versión renovada del concepto de integración de Gardner. Este “yo ideal” puede ser una fuerza motivadora sólo si, en el concepto que el alumno desea y/o fantasea de sí mismo, se incluye el de llegar a ser hablante de L2.
– El Ought-to L2 Self: no está relacionado con los deseos sino con las obligaciones y deberes del alumno de L2 y se refiere a los atributos que otro(s) creen que debería poseer a fin de satisfacer las expectativas y evitar posibles resultados negativos; por ello, se relaciona con la motivación instrumental. Este tipo de motivos más extrínsecos pueden también contribuir al aprendizaje de la L2 si el alumno las incluye en la idea que tiene de sí mismo en un posible futuro.
– La experiencia de aprendizaje de la L2: relacionada con el contexto y la experiencia de aprendizaje inmediatos. Este componente está conceptualizado a diferentes niveles a partir de las dos guías para el yo futuro (Self-Guides): el Ideal L2 Self y el Ought-to L2 Self.

Aún cuando toma en cuenta aspectos de la teoría de la motivación integradora de Gardner y Lambert (1972), el modelo de Dörnyei se inscribe en el proceso general de reconceptualización de los aspectos motivacionales en el aprendizaje de un segundo idioma que se construye alrededor de las nociones del “yo”, de la identidad. Ampliado y revisado, ha sido objeto de un extenso proceso de validación empírica, probando ser un importante elemento predictivo del nivel de motivación en el aprendizaje de inglés y alemán como lengua extranjera. Ha permitido asimismo dar una mayor importancia al contexto en el que se desarrolla el aprendizaje a la hora de valorar la motivación.

Licenciada en Filología española por la Université Toulouse-Le Mirail (Francia), ha sido beneficiaria de una Beca de Formación de Personal Docente e Investigador de la Universidad de Huelva para la realización de su tesis doctoral: "Docencia de contenidos en lengua extranjera en la enseñanza superior: actitud y motivación del alumnado". Ha llevado a cabo su actividad docente en el área de Francés del Departamento de Filologías Integradas de dicha universidad de 2005 a 2015 y desde 2016, es profesora de francés de la Escuela oficial de Idiomas de Huelva. Ha concluido el Máster en Docencia Universitaria (Universidad de Huelva, 2008-2009) y ha participado en varios Proyectos de Innovación Docente. De marzo de 2010 a diciembre de 2012, ha sido Coordinadora del Vicedecanato de Relaciones Exteriores y Plurilingüismo de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Huelva.