Emilio Lucio-Villegas, Catedrático de Educación de Adultos,

Centro de Investigación COIDESO, Universidad de Sevilla

La primera aclaración necesaria es que la metodología que se conoce como ‘método Paulo Freire’ no se puede limitar a la alfabetización. Si bien el asunto más conocido y las aplicaciones más ‘famosas’ han sido aquellas relacionadas con la Palabra Generadora y, por tanto, con la alfabetización, el método pretende construir la práctica educativa desde una perspectiva diferente.

Otra aclaración importante es que el método no puede ser reducido al método en sí. Es impensable imaginarlo, o aplicarlo, como una suerte de receta tecnológica para alfabetizar en 40 días. La alfabetización va ligada a la posibilidad de expresar la propia cultura, comprender el mundo circundante y llevar a cabo transformaciones en él.

La alfabetización – y la enseñanza de una segunda lengua – como una forma de comunicación diferente de la oralidad implica la ampliación de lo Mihail Bakhtin denominó ‘repertorio lingüístico’: la expansión de las capacidades y medios de expresión para comunicarse. Tiene que ver, de alguna forma, con lo que Freire denominó ‘universo vocabular’: el número de palabras de una persona conoce y que tienen significado para ella. Trabajando en esta perspectiva se evitan, además, los procesos de asimilación que se encuentran muy ligados a la propia alfabetización y al aprendizaje de una segunda lengua.

El elemento central del método es la definición de las Palabras Generadoras. Estas van emergiendo en el proceso de codificación/decodificación que se desarrolla tras la fase de escucha. En esta primera fase, las personas educadoras seleccionan una serie de temas que, supuestamente, son de interés para las que van a participar en los procesos alfabetizadores – o de aprendizaje de una segunda lengua. Estos temas son presentados en forma de codificaciones – generalmente se utilizan fotografías, pero no tiene que ser así necesariamente. Lo importante de la forma que adoptan las codificaciones es que sean coherentes con el nivel de instrucción del grupo y, sobre todo, significativas. Esto último queda garantizado por el propio proceso de diálogo. En él, las palabras generadoras emergen desde los intereses y preocupaciones de las personas.

La elección de las palabras debe cumplir una serie de criterios como la riqueza fonémica, la fonética, y, sobre todo, el sentido que la palabra tiene para las personas en su contexto de vida y trabajo.

Las palabras se descomponen para construir, a partir de esta descomposición, nuevas palabras. Pero no se trata sólo de construir nuevas palabras. El universo vocabular no es sólo conocer nuevas palabras, sino que es, sobre todo, asignar significados a esas nuevas palabras en el contexto de la vida cotidiana de las personas. Esta asignación es un elemento esencial que recupera el sentido de la expresión ‘decir la palabra es decir el mundo’.

Recomendamos ver la siguiente píldora informativa del Dr. Emilio Lucio-Villegas

Referencias

Brandão, C.R. (1981). O que é. Método Paulo Freire. São Paulo: Editora Brasiliense. (versión en castellano)

Lucio-Villegas, E. (2015). Adult Education in Communities. Approaches from a Participatory Perspective. Rotterdam: Sense Publishers. (el capítulo 2)

Lucio-Villegas, E. (2018). Revisiting Paulo Freire. Adult education for emancipation. En M. Millana, S. Webb, J. Holford, R, Waller y P. Jarvis (Eds.), The Palgrave International handbook on adult and lifelong education and learning (pp. 151-168). Londres: Palgrave/Macmillan.