Las emociones tienen un claro impacto en el aprendizaje de una lengua extranjera. Afectan las creencias de los estudiantes, sus actitudes, su interés, su motivación, su creatividad, su ansiedad, su autoeficacia, entre otros factores. Las emociones positivas en el aula pueden reducir los obstáculos que el alumnado encuentra para el aprendizaje de una lengua. En este artículo exploraremos el cómo el trabajar con melodías y ritmos, con elementos visuales y con movimiento puede mejorar no solo las habilidades fonológicas y la memoria verbal del alumnado, sino también su motivación y participación activa en el aprendizaje del español.
Texto completo: Fonseca-Mora, M.C., Villamarín, J. y Grao, L. 2015. MÚSICA Y EMOCIONES PARA EL APRENDIZAJE DE LENGUAS. MOSAICO 33: pp.37– 46 EMBAJADA DE ESPAÑA EN BÉLGICA, Consejería de Educación. 2015