No queremos que acabe el mes de enero sin hacer una breve referencia a la publicación, en este mes, de nuestro libro La atención a los factores afectivos en la enseñanza de ELE (Arnold y Foncubierta 2019). Se trata de un trabajo en el que hemos querido introducir de manera amena conceptos-clave de la investigación realizada en las últimas décadas sobre la dimensión afectiva en la enseñanza y el aprendizaje de lenguas además de subrayar los resultados que evidencian la importancia de lo afectivo.
En el primer capítulo hemos tratado de situar la atención a lo afectivo en el centro del proceso de aprendizaje, más allá de los debates sobre metodología o el uso de recursos, sean o no digitales. Así, hemos intentado trazar un recorrido por la historia para ir identificando la huella de la dimensión afectiva hasta llegar a la actualidad, incluyendo la mención a los hallazgos de las neurociencias. Todo ello, para subrayar el porqué es conveniente tener en cuenta los factores afectivos en nuestras aulas. El segundo capítulo proporciona descripciones de una serie de factores afectivos para tratar de conceptualizarlos y de identificarlos en los procesos de aula que ayudarían a construir una enseñanza más afectiva. En este sentido, el capítulo dos está dividido en factores afectivos individuales (motivación, autoestima, etc) y factores afectivos de relación (empatía, choques culturales, etc); a lo largo del capítulo la teoría ha sido presentada de manera divulgativa y va acompañada siempre de pequeñas sugerencias o pistas sobre cómo se puede trabajar con ellos en el aula. El tercer capítulo enfatiza un aspecto tan importante como la creación de espacios de aprendizaje y cómo se comprenden las dinámicas entre profesores y alumnos a través de la organización del aula de manera que implique la iniciativa del alumno y, básicamente, refuerza la idea de que el aprendizaje eficaz no es algo mecánico sino algo que conecta con las vidas e intereses de los aprendices y estimula su creatividad. El cuarto capítulo presenta una amplia gama de actividades afectivas para enseñar la lengua de manera más efectiva. Se trata de un recopilatorio de cerca de 50 actividades que reflejan la importancia de lo afectivo de diversas maneras. Las actividades se organizan en cuatro categorías:
Nuestra identidad. Actividades relacionadas con la personalidad del alumno y que apoyan la confianza necesaria para aprender una lengua y usarla para comunicarse.
Entre nosotros. En esta sección se verán actividades que pueden facilitar en desarrollo de un buen dinámica de grupos en el aula donde los alumnos se conocen y se construye una comunidad de aprendizaje.
Mi aprendizaje. Aquí vemos como a la vez de presentar bien el material, conviene considerar cómo podemos mejorar el aprendizaje de los alumnos teniendo en cuenta factores como la atención, la autonomía, las diferentes maneras de aprender, etc.
Valores en ELE. En la última sección se trabaja con los valores, que es uno de los aspectos de la Competencia existencial que el MCER apunta como muy importante para los procesos comunicativos en el aprendizaje de una lengua
Si intentamos reflexionar sobre la atención a lo afectivo en nuestras aulas, vamos a querer buscar actividades para incorporar en nuestra docencia que motiven a los alumnos, que tengan significado personal y relevancia para ellos, que reduzcan la ansiedad que se tiene muchas veces al intentar hablar en otra lengua y así dotar a los alumnos de más confianza a la hora de participar en actividades comunicativas.
Alvaro García Santa-Cecilia, el director de la colección Biblioteca Edinumen: Claves para la enseñanza del español, ha escrito el prólogo del libro y enfatiza que la atención a los factores afectivos es, sin duda, parte de las competencias clave de los docentes y que el libro será muy útil para integrar lo afectivo en la docencia. Nosotros esperamos que así sea.
Arnold, Jane y José Manuel Foncubierta (2019). La atención a los factores afectivos en la enseñanza de ELE. Madrid: Editorial Edinumen.